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viernes, 8 de junio de 2018

Editorial













Vuestra Fuente de Luz Vida y Amor
A las voluntades divinas 
por aquellos necesitados de fe esperanza y caridad... 

Alimentemos sus esencias divinas bajo el alero y el portal 
de las conciencias unidas 
en igualdades de mentes y corazones...


En el círculo trinario del despertar frente a este mundo tan convulsionado en que nos 
Desenvolvemos, crecer, esa es nuestra consigna… 
Recuerda siempre la diferencia está en ti…



Buscadla, Encontradla Y Desarrolladla

Esa Es y Debe Ser Nuestra Misión Actual.

Al Desarrollo De Un Lugar Que Contaremos

Cuyo Fin Será Con Todo Nuestro Amor A La Humanidad Toda.

En Donde Daremos Desayunos, Almuerzos, Comidas Y Alojamientos A Quienes Tienen Necesidades.

Lo Deseen Y Lo Busquen Todo Lo Que Nos Pertenezca Será Dado Por Ello.

Ese Es El Fin Con Nuestro Empeño E ímpetu

La Luz Serena Nos Llevara Al Lugar Exacto.






Cuanto más podríamos dar con la medicina del alma

Por un hermano necesitado.

Ayudemos y aportemos al despertar de las conciencias divinas.

Así contribuiremos al crecimiento de la humanidad divina 

de muchos seres en todos los lugares que alcancen en su acción

Pues en la casa de mi Padre hay muchas moradas en donde la igualdad y la unidad es una.

Solo basta abrir las mentes y corazones

Darles las llaves con los sentidos del alma.…

pues yo soy el que vive y vivirá para siempre…

y permanecerá unido hasta el fin

Pues a todos los espero. 

A todos sin ninguna discriminación.

Pues mi corazón en sus esencias esta con todos vosotros...…

El abrazo fraterno de quienes viven en las calles y desposeídos, han sido mis mejores regalos recibidos, son mi familia, les amo y adoro por su amor y gratitud expresada la cual no tiene precio, solo el valor para el alma que se iluminan con todos vuestros gestos, les conozco y se cómo los ven, yo les quiero siempre y ahí estaré cuantas veces os me necesiten.
Son mis verdaderos faros que me guían siempre a seguir…



FIAT LUX
LIARA
LUZ INTERIOR AMONRA
UNA FUENTE DE LUZ PARA ALIMENTAR VUESTRO SER EN TU CAMINO.…
A MIS PADRES Y HERMANOS 
QUE ESTÁN EN LOS CIELOS Y EN LA TIERRA.
POR LA VIDA DE NUESTRO HOGAR 
NUESTRO PLANETA TIERRA.






viernes, 2 de marzo de 2018

Bienvenida






BIENVENIDOS A NUESTRA FUNDACIÓN LIARA


Bienvenidos a nuestro maravilloso mundo, donde vivimos en una relación que deseamos siempre que sea armónica y respetuosa con la vida en todas sus manifestaciones, beneficiando a las comunidades y a la naturaleza por un mundo mejor, por nuestro hogar, nuestro planeta tierra.


Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir juntos como hermanos.
M. L. King
**********
Nuestra tarea debe ser liberarnos a nosotros mismos…
ampliando nuestro círculo de compasión, abrazando a todas las criaturas, al total de la naturaleza y su belleza.
Albert Einstein
************
Una persona, un país, una civilización, se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales.
Mahatma Gandhi.
********** 


La intención en nuestra FUNDACIÓN LIARA es QUE CADA UNO de Ustedes al acercarse a esta sitio encuentre el reflejo de la vida, la satisfacción del compromiso y el empeño constante que tenemos todos en la FUNDACIÓN LIARA para contribuir en la transformación de las diferentes situaciones que sufren nuestros SEMEJANTES al enfrentar situaciones de pobreza extrema, de desplazamiento, de violencia, en fin del dolor social que nos invade y que tengan la certeza que nuestra labor está comprometida en brindar a cada ser necesitado de verdad una ayuda por el despertar de la conciencia por un MUNDO MEJOR, sin importar si las almas de nuestros hermanos vivan en las calles, sean alcohólicos, enfermos o estén en prisión, nuestro fin es elevar las almas para que puedan tomar conciencia y diseñarse así un nuevo mundo en sus esencia para un cambio que les permita una realización como seres humanos en espíritu hacia un sendero de luz, vida y amor, contribuyendo así a nuestro objetivo final, una mejor vida.

LA FUNDACIÓN LIARA POR UN MUNDO MEJOR, se inicia de la buena voluntad de algunos hombres y mujeres por ayudar a nuestro prójimo y se consolida con un grupo de hombres y mujeres que buscan a través de esta, construir juntos una nueva y mejor humanidad. La Fundación Liara subraya que su hacer en esta construcción es para brindar a todo ser humano un MUNDO MEJOR, y que Nos empeñamos en ser:

"EL AMOR CONCRETO QUE SE MULTIPLICA PARA TODOS, SIN DIFERENCIA Y DISCRIMINACIÓN ALGUNA, EL COMPARTIR ES NUESTRA LUZ."


Desde que la Fundación LIARA ha iniciado sus actividades constatamos que es una obra EN BIEN DE LA VIDA, porque experimentamos en ella:
Que la divina providencia y los Maestros y santos seres en luz, nos acompañan, que llegan siempre y constantemente no nos dejan que nos falte nada cuando tenemos necesidades por el bien de nuestros semejantes, así ha sido y será.
La alegría de vivir por los demás, nuestros semejantes. La certeza de que participamos de la construcción de un ideal, un mundo y reino de unidad por amor, para que siempre sea en fraternidad compartiendo lo que disponemos para así ayudar a despertar la voluntad de la conciencia en fraternidad sin fronteras ni razas ni credos, un solo mundo un solo creador una sola alma y una sola luz en hogar llenos de bellas armonías de la creación divina y solo amando.
La mayoría de quienes estamos en la FUNDACIÓN LIARA lo hacemos más por convicción, por vocación que esperando un sueldo o una remuneración. Si es verdad que nos sentimos retribuidos constantemente con la satisfacción de los seres que nos acercamos u compartimos es que sonrían, que el ser humano o u familia que necesite hogar lo encuentre en una habitación para vivir, ese es contacto con una persona que quiere vincularse a nuestra institución brindándole todo el apoyo que disponemos ante sus necesidades. Es una labor hermosa y ardua pero que en el amor nos satisface y engrandece en la voluntad de solo servir sin mirar a quien cuando y donde, pues lo más bellos es ver sonreír y alegrarse quien recibe un hogar y alimentos para su ser, el que ama y desea ello, vive la verdad.

BIENVENIDOS TODOS A LA FUNDACIÓN LIARA POR UN MUNDO MEJOR PARA LA VIDA HUMANA Y PLANETARIA DE TODOS LOS CONTINENTES, pues ante el creador solo somos unidad, dispersos en el universo. 



Pues algún día conoceremos y CONOCERÁN LA VERDAD Y LA VERDAD OS LIBERTARÁ"(Juan 8:32)

NUESTRA MISIÓN es la promoción de valores y una actitud valórica y ética, que nos de validez y calidad de vida a la existencia del ser humano, en respetuosa unión, armonía y compromiso con la Creación.
NUESTRA VISIÓN DE LA VIDA Consolidar cada día más nuestra capacidad operacional para seguir trabajando en beneficio de la fraternidad entre la sociedad humana y la vida natural.

NUESTRO OBJETIVO GLOBAL

Desarrollar, apoyar e impulsar proyectos que integren el humanismo y la ecología para promover el desarrollo integral del ser humano y del mejoramiento de su calidad de vida en lo personal, familiar y comunidad, dentro de un paradigma ético y fraternal que respete toda forma de vida.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

Contempla áreas de trabajo dirigidas hacia un mismo fin como es mejorar la calidad de vida humana y protección de la naturaleza, ellas son:
Desarrollo Humano, construir un hogar, alimentación, alojamiento, otorgar ropas, juguetes, y la fe y esperanza en la luz de un mundo mejor.
Ecología y Medio Ambiente, en el trabajo del Mantenimiento de la vida Ecológica.
Desarrollo espiritual, en conciencia con unidad entre el cielo y la tierra, ayudando a despertar el respeto a la vida y la conservación de la especie en unión con la luz interior del Padre del Hijo y del Espíritu santo, en todos los planos de manifestación para un mundo mejor para todos, respetando siempre la ley y la divinidad suprema de cada alma y espíritu, consagrando la comunión y sacramentos.
La Fundación Liara se inspira en la gran obra realizada por el Hermano San Francisco de Asís, a quien admiro y amo, en lo que concierne a la relación ética y fraternal del ser humano con la Creación, respetando la dignidad presente en todas las criaturas y preocupándose por su destino y bienestar. Dentro de ese mismo contexto nos solidarizamos con las necesidades de cada ser humano, en lo que respecta a su crecimiento p
ersonal en franca armonía con la naturaleza.

Bajo estos principios creo firmemente que el hogar que construimos en la tierra lo realizamos también en los cielos:
“No se turbe vuestro corazón, creéis en Dios, creed también en mí. Hay muchas moradas en la casa de mi Padre; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (San Juan, 14:1 a 3).


LA VIDA FLUYE EN LOS SERES VIVOS, QUE SE ESFUERZAN DESDE SU PROPIA ESENCIA, POR CUMPLIR CON LA MISIÓN QUE EL CREADOR LES ASIGNO DENTRO DEL CONTEXTO DE LA NATURALEZA. ES EL SER HUMANO LA ÚNICA ESPECIE QUE TRANSGREDE ESTE DESIGNIO. DEDICÁNDOSE ANTES QUE A CUMPLIR SU MISIÓN EN ARMONÍA CON EL UNIVERSO, A SAQUEAR LO QUE DIOS CREO CON TANTO AMOR, DAÑANDO LA CALIDAD DE VIDA DE LOS OTROS SERES VIVOS. ESTA ES UNA REALIDAD QUE ES URGENTE CAMBIAR, NO SÓLO PARA EL BIEN DE LA NATURALEZA SINO DEL HOMBRE MISMO PORQUE FORMA PARTE DE ELLA. 
La relación ética, fraternal, de solidaridad y compromiso con la vida natural indudablemente contribuirá a mejorar su calidad de vida personal, familiar y social puesto que somos uno.
Para contribuir a humanizar al ser humano, proponemos que haya un acercamiento espiritual con la vida natural y una mayor comprensión de las leyes que la rigen y que a su vez lo rigen a él.
Nuestro compromiso es prestar la ayuda necesaria, una tarea para que todos unidos, podemos mejorar la vida de tantos seres humanos y hermanos, como la naturaleza y todo ser viviente también están sufriendo, nuestras prioridades son Sin importar si se es creyente o no, o a que Dios reza, o a la religión que se pertenezca. Hay que dejar de lado las diferencias que nos separan y unirnos para una noble causa porque nuestro compromiso y Nuestros esfuerzos van dirigidos a ayudar humildemente construir un mundo mejor, con la conciencia más viva y despierta lo que es la vida y creación y herencia y responsabilidad que tenemos todos como almas encarnadas ante el creador, pues debemos construir un mundo mejor para todos por igual sin discriminación alguna.

FUNDACIÓN LIARA

En donde con Sabiduría se construye la casa y hogar de nuestros semejantes, Con inteligencia se echan sus cimientos y con la inteligencia se mantiene firme; Con buen juicio se llenan sus cuartos De bellos y extraordinarios tesoros en luz.

DAR ALIMENTO A UN HERMANO NECESITADO, ES DARLE ALIMENTO A NUESTRO PADRE QUE ESTA EN LOS CIELOS Y EN LA TIERRA Y EN CADA UNO DE NOSOTROS Y EN NUESTRA ESENCIA.
LIARA

LUZ INTERIOR DE AMONRA FUENTE DE LUZ PARA ALIMENTAR Y DESPERTAR LA HUMANIDAD TODA. A MIS PADRES Y HERMANOS QUE ESTÁN EN LOS CIELOS Y EN LA TIERRA.
POR LA VIDA DE NUESTRO PLANETA TIERRA, NUESTRO HOGAR. SANTIAGO DE CHILE 2009


viernes, 3 de febrero de 2017

Madre Teresa de Calcuta




"No basta con dar...
Eso es fácil...
Hay que dar hasta que duela..."
                                   MADRE TERESA DE CALCUTA


"Si llevamos la oración a nuestras vidas, si de verdad oramos
llegaremos a conocer a los pobres.
Es posible que existan pobres en nuestra propia familia
Conociendo a los pobres los amaremos
Si los amamos, haremos algo por ellos
Fruto del amor es el servicio
Os pido que oréis
Mediante la oración
Empezaréis por conocer ante todo a los pobres de vuestra propia familia
Y ese conocimiento os llevará a convertir vuestros hogares 
En hogares de amor
De paz y de alegría
Si de verdad
Estáis rebosantes de amor
Lo más natural ha de ser que os esforcéis por 
Transformar vuestro amor en gestos vivos.


Repetiré una vez más que lo que importa no es cuánto damos
Sino cuánto amor ponemos en lo que damos 
Y en lo que realizamos
Por eso os pido que pongáis vuestras manos
A disposición para servir y vuestros corazones para amar
Seréis capaces de hacerlo sólo si oráis
La oración os reportará como fruto un corazón limpio
Y un corazón limpio puede ver a Dios
Viendo a Dios
Empezamos a amarnos unos a otros como Dios nos ama a cada uno de nosotros."


"Nos hace bien dirigirnos a nuestro Señor y preguntarnos a nosotros mismos: 
¿Amo yo tanto a Jesús? 
¿Acepto de verdad la alegría de amar compartiendo su pasión?
Porque aún hoy día Jesús sigue buscando a alguien que le ofrezca consuelo.
Recordáis lo que ocurrió en Getsemaní:
Jesús buscaba a alguien que le hiciese compañía en su agonía
Algo semejante se proyecta sobre nuestras vidas
¿Le brindamos la posibilidad de compartir con nosotros su tristeza?
¿Estáis dispuestos a consolarlo? 
Viene a vosotros en el hambriento
Viene a vosotros en el desnudo
Viene a vosotros en el que carece de compañía
Viene a vosotros en el alcohólico
Viene a vosotros en la prostituta
Viene a vosotros bajo la semblanza de mendigo callejero
Acaso viene a ti en el padre solo
En la madre, hermana o hermano de tu propia familia
¿Te muestras dispuesto a compartir con ellos la alegría de amar?
Por eso tenemos necesidad de la eucaristía:
Para compartir la alegría de amar a Jesús
Por eso tenemos necesidad de una intensa vida de oración
Pidamos, pues, a Nuestra Señora que nos enseñe a orar."




"No olvidemos que el amor, para poder sobrevivir
Tiene que nutrirse de sacrificios
Las palabras de Jesús: 
"Amaos unos a otros como yo los he amado" 
No sólo deben constituir una luz
Sino una llama que interiormente nos consume
En el servicio de las necesidades de los pobres
Los colaboradores de Cristo deberían prestar una atención especial
A los que no se sienten amados y que se ven privados de amor.


Porque la peor de las enfermedades es el sentimiento de no ser deseados
De no ser amados, de sentirse abandonados por todos
El pecado peor es la falta de amor y de caridad
La tremenda indiferencia hacia los que se encuentran al margen del sistema social
De los que están sometidos a la explotación
A la corrupción, a la necesidad, a la enfermedad
Hagamos lo posible para que los pobres
Viéndonos a nosotros, se sientan atraídos hacia Cristo 
Y que lo inviten a sus hogares y al interior de sus vidas
Y que los enfermos y sufrientes puedan encontrar
En nosotros ángeles de consuelo y de bondad."



Nada es demasiado insignificante
No debemos apartarnos de las tareas humildes
Porque son trabajos que nadie quiere hacer
Somos tan pequeños, que miramos 
Todo desde una óptica de pequeñez
Pero el Señor, siendo todopoderoso
Ve hasta lo más pequeño como grande
Por lo tanto
Aun si sólo le escribes una carta
A un hombre ciego
Que no lo puede hacer por sus propios medios
O si simplemente te sientas junto a él
Y lo escuchas
O llevas una carta al correo para otro
O regalas un ramillete de flores a alguien 
Todas éstas son pequeñeces
O lavas la ropa para alguien
O le limpias su casa,
Para El no serán pequeñeces
Tu y yo debemos dedicarnos a las tareas más humildes
Hay mucha gente que puede hacer grandes cosas
Pero son muy pocos los que están dispuestos a dedicar su vida
A estas pequeñeces.



UNA SONRISA

Una sonrisa en los labios alegra nuestro corazón
Conserva nuestro buen humor
Guarda nuestra alma en paz
Vigoriza la salud
Embellece nuestro rostro 
E inspira buenas obras. 
Sonriamos a los rostros tristes
Tímidos, enfermos, conocidos
Familiares y amigos. 
Sonriámosle a Dios con la aceptación 
De todo lo que El nos envié y 
Tendremos el merito de poseer 
La mirada radiante de su rostro 
Con su amor por toda la eternidad. 
Las palabras de Cristo son muy claras
Pero debemos entenderlas como una 
Realidad viviente, tal como El las propuso
Cuando El habla de hambre
No habla solamente del hambre de pan
Sino hambre de amor, hambre de ser 
Comprendido, de ser querido
El experimentó lo que es ser rechazado porque 
Vino entre los suyos y los suyos no lo quisieron
Y El conoció lo que es estar solo
Abandonado, y no tener a nadie suyo
Esta hambre de hoy
Que esta rompiendo vidas en todo el mundo
Destruyendo hogares y naciones
Habla de no tener hogar
No solamente un cuarto con techo
Pero el anhelo de ser aceptado
De ser tratado con compasión
Y que alguien abra nuestro corazón 
Para recibir al que se sienta abandonado. 


LIARA
LUZ INTERIOR AMONRA FUENTE DE LUZ
PARA ALIMENTAR VUESTRO SER EN TU CAMINO…
A MIS PADRES Y HERMANOS
QUE ESTÁN EN LOS CIELOS Y EN LA TIERRA.
POR LA VIDA DE NUESTRO HOGAR NUESTRO PLANETA TIERRA.





Oración





Señor y Padre celestial,
Haced de mi un instrumentos de tu Paz.
Donde haya odio, pongamos amor.
Donde haya ofensas, pongamos perdón.
Donde halla discordia, pongamos unión.
Donde haya error, pongamos verdad.
Donde haya duda, pongamos la fe.
Donde haya angustia, pongamos esperanza.
Donde haya tiniebla, pongamos tu luz.
Donde haya tristezas, pongamos alegría.
Oh Maestro, que no busquemos tanto,
En ser consolados como en consolar;
en ser comprendidos como en comprender;
en ser amados como en amar;
Porque:
dando se recibe;
perdonando se es perdonado;
y muriendo se resucita a la vida eterna.
Así sea.

San Francisco de Asís




Donde hay amor y sabiduría, allí no hay temor ni ignorancia.
Donde hay paciencia y humildad, allí no hay ira ni turbación.
Donde hay pobreza con alegría, allí no hay ambición ni avaricia.
Donde hay quietud y meditación,
Allí no hay preocupación ni disipación.
Donde está el temor de Dios guardando la casa.



Allí el enemigo no puede encontrar la puerta de entrada.
Donde hay misericordia y discreción, allí no hay soberbia ni dureza.
Dichoso el que ama y no desea, en cambio, ser amado.
Dichoso el que teme y no desea, en cambio, ser temido.
Dichoso el que sirve, y no desea ser servido.
Dichoso el que se comporta bien con los demás,
Y no desea que los demás se comporten bien con él. Pero estas cosas son grandes, y los necios no logran entenderlas.
Desde hoy y siempre Padre, en tus manos me encomiendo, haz de mi lo que tú quieras, sea lo que sea, te doy las gracias. Estoy dispuesto, lo acepto, con tal que tu voluntad se cumpla en mí, y en todas tus criaturas, No deseo nada más, Padre.
Te confió mi alma, te la doy con todo el amor de que soy capaz, porque te amo, Y necesito darme, ponerme en tus manos sin medida, con una infinita confianza, porque Tú eres mi Padre y dador de la vida eterna, así sea.



LIARA
LUZ INTERIOR AMONRA FUENTE DE LUZ
PARA ALIMENTAR VUESTRO SER EN TU CAMINO…
A MIS PADRES Y HERMANOS
QUE ESTÁN EN LOS CIELOS Y EN LA TIERRA.
POR LA VIDA DE NUESTRO HOGAR NUESTRO PLANETA TIERRA.


Parábola del Buen Samaritano





(Lucas 10:25-37).


25 En aquel tiempo, se presentó un letrado y le preguntó a Jesús para ponerlo a prueba:
- Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?
26 Él le dijo:
- ¿Qué está escrito en la Ley?, ¿qué lees en ella?
27 El letrado contestó:
- Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas y con todo tu ser. Y al prójimo como a ti mismo.
28 Él le dijo:
- Bien dicho. Haz esto y tendrá la vida.
29 Pero el letrado, queriendo aparecer como justo, preguntó a Jesús:
- ¿Y quién es mi prójimo?
30 Jesús dijo:

- Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. 31 Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. 32 Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo, dio un rodeo y pasó de largo.
33 Pero un samaritano que iba de viaje llegó a donde estaba él y, al verlo, le dio lástima, 34 se le acercó, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. 35 Al día siguiente, sacó dos denarios y, dándoselos al posadero, le dijo:
- Cuida de él y lo que gastes de más yo te lo pagaré a la vuelta. 36 ¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los bandidos?
37 El letrado le contestó:
- El que practicó la misericordia con él.
Le dijo Jesús:
- Anda, haz tú lo mismo.






El Divino Maestro Jesús-Cristo ha enseñado al hombre a hacer bien con el sufrimiento y a hacer bien a quien sufre.

Pertenece también al Evangelio del sufrimiento -y de modo orgánico- la parábola del buen Samaritano. Mediante esta parábola Cristo quiso responder a la pregunta « ¿Y quién es mi prójimo?». En efecto, entre los tres que viajaban a lo largo de la carretera de Jerusalén a Jericó, donde estaba tendido en tierra medio muerto un hombre robado y herido por los ladrones, precisamente el Samaritano demostró ser verdaderamente el «prójimo» para aquel infeliz. «Prójimo» quiere decir también aquél que cumplió el mandamiento del amor al prójimo. Otros dos hombres recorrían el mismo camino; uno era sacerdote y el otro levita, pero cada uno «lo vio y pasó de largo». En cambio, el Samaritano «lo vio y tuvo compasión... Acercóse, le vendó las heridas», a continuación «le condujo al mesón y cuidó de él». Y al momento de partir confió el cuidado del hombre herido al mesonero, comprometiéndose a abonar los gastos correspondientes.

La parábola del buen Samaritano pertenece al Evangelio del sufrimiento. Indica, en efecto, cuál debe ser la relación de cada uno de nosotros con el prójimo que sufre. No nos está permitido «pasar de largo», con indiferencia, sino que debemos «pararnos» junto a él. Buen Samaritano es todo hombre, que se para junto al sufrimiento de otro hombre de cualquier género que ése sea. Esta parada no significa curiosidad, sino más bien disponibilidad. Es como el abrirse de una determinada disposición interior del corazón, que tiene también su expresión emotiva. Buen Samaritano es todo hombre sensible al sufrimiento ajeno, el hombre que «se conmueve» ante la desgracia del prójimo. Si Cristo, conocedor del interior del hombre, subraya esta conmoción, quiere decir que es importante para toda nuestra actitud frente al sufrimiento ajeno. Por lo tanto, es necesario cultivar en sí mismo esta sensibilidad del corazón, que testimonia la compasión hacia el que sufre. A veces esta compasión es la única o principal manifestación de nuestro amor y de nuestra solidaridad hacia el hombre que sufre.



Sin embargo, el buen Samaritano de la parábola de Cristo no se queda en la mera conmoción y compasión. Estas se convierten para él en estímulo a la acción que tiende a ayudar al hombre herido. Por consiguiente, es en definitiva buen Samaritano el que ofrece ayuda en el sufrimiento, de cualquier clase que sea. Ayuda, dentro de lo posible, eficaz. En ella pone todo su corazón y no ahorra ni siquiera medios materiales. Se puede afirmar que se da a sí mismo, su propio «yo», abriendo este «yo» al otro. Tocamos aquí uno de los puntos clave de toda la antropología cristiana. El hombre no puede «encontrar su propia plenitud si no es en la entrega sincera de sí mismo a los demás». Buen Samaritano es el hombre capaz precisamente de ese don de sí mismo.

Siguiendo la parábola evangélica, se podría decir que el sufrimiento, que bajo tantas formas diversas está presente en el mundo humano, está también presente para irradiar el amor al hombre, precisamente ese desinteresado don del propio «yo» en favor de los demás hombres, de los hombres que sufren. Podría decirse que el mundo del sufrimiento humano invoca sin pausa otro mundo: el del amor humano; y aquel amor desinteresado, que brota en su corazón y en sus obras, el hombre lo debe de algún modo al sufrimiento. No puede el hombre «prójimo» pasar con desinterés ante el sufrimiento ajeno, en nombre de la fundamental solidaridad humana; y mucho menos en nombre del amor al prójimo. Debe «pararse», «conmoverse», actuando como el Samaritano de la parábola evangélica. La parábola en sí expresa una verdad profundamente cristiana, pero a la vez tan universalmente humana. No sin razón, aun en el lenguaje habitual se llama obra «de buen samaritano» toda actividad en favor de los hombres que sufren y de todos los necesitados de ayuda.

Esta actividad asume, en el transcurso de los siglos, formas institucionales organizadas y constituye un terreno de trabajo en las respectivas profesiones. ¡Cuánto tiene «de buen samaritano» la profesión del médico, de la enfermera, u otras similares! Por razón del contenido «evangélico», encerrado en ella, nos inclinamos a pensar más bien en una vocación que en una profesión. Y las instituciones que, a lo largo de las generaciones, han realizado un servicio «de samaritano» se han desarrollado y especializado todavía más en nuestros días. Esto prueba indudablemente que el hombre de hoy se para con cada vez mayor atención y perspicacia junto a los sufrimientos del prójimo, intenta comprenderlos y prevenirlos cada vez con mayor precisión. Posee una capacidad y especialización cada vez mayores en este sector. Viendo todo esto, podemos decir que la parábola del Samaritano del Evangelio se ha convertido en uno de los elementos esenciales de la cultura moral y de la civilización universalmente humana. Y pensando en todos los hombres, que con su ciencia y capacidad prestan tantos servicios al prójimo que sufre, no podemos menos de dirigirles unas palabras de aprecio y gratitud.



Estas se extienden a todos los que ejercen de manera desinteresada el propio servicio al prójimo que sufre, empeñándose voluntariamente en la ayuda «como buenos samaritanos», y destinando a esta causa todo el tiempo y las fuerzas que tienen a su disposición fuera del trabajo profesional. Esta espontánea actividad «de buen samaritano» o caritativa, puede llamarse actividad social, puede también definirse como apostolado, siempre que se emprende por motivos auténticamente evangélicos, sobre todo si esto ocurre en unión con la Iglesia o con otra Comunidad cristiana. La actividad voluntaria «de buen samaritano» se realiza a través de instituciones adecuadas o también por medio de organizaciones creadas para esta finalidad. Actuar de esta manera tiene una gran importancia, especialmente si se trata de asumir tareas más amplias, que exigen la cooperación y el uso de medios técnicos. No es menos preciosa también la actividad individual, especialmente por parte de las personas que están mejor preparadas para ella, teniendo en cuenta las diversas clases de sufrimiento humano a las que la ayuda no puede ser llevada sino individual o personalmente. Ayuda familiar, por su parte, significa tanto los actos de amor al prójimo hechos a las personas pertenecientes a la misma familia, como la ayuda recíproca entre las familias. 

Es difícil enumerar aquí todos los tipos y ámbitos de la actividad «como samaritano» que existen en la Iglesia y en la sociedad. Hay que reconocer que son muy numerosos, y expresar también alegría porque, gracias a ellos, los valores morales fundamentales, como el valor de la solidaridad humana, el valor del amor cristiano al prójimo, forman el marco de la vida social y de las relaciones interpersonales, combatiendo en este frente las diversas formas de odio, violencia, crueldad, desprecio por el hombre, o las de la mera «insensibilidad», o sea la indiferencia hacia el prójimo y sus sufrimientos. 

Es enorme el significado de las actitudes oportunas que deben emplearse en la educación. La familia, la escuela, las demás instituciones educativas, aunque sólo sea por motivos humanitarios, deben trabajar con perseverancia para despertar y afinar esa sensibilidad hacia el prójimo y su sufrimiento, del que es un símbolo la figura del Samaritano evangélico. La Iglesia obviamente debe hacer lo mismo, profundizando aún más intensamente -dentro de lo posible- en los motivos que Cristo ha recogido en su parábola y en todo el Evangelio. La elocuencia de la parábola del buen Samaritano, como también la de todo el Evangelio, es concretamente ésta: el hombre debe sentirse llamado personalmente a testimoniar el amor en el sufrimiento. Las instituciones son muy importantes e indispensables; sin embargo, ninguna institución puede de suyo sustituir el corazón humano, la compasión humana, cuando se trata de salir al encuentro del sufrimiento ajeno. Esto se refiere a los sufrimientos físicos, pero vale todavía más si se trata de los múltiples sufrimientos morales, y cuando la que sufre es ante todo el alma.



La parábola del buen Samaritano, que -como hemos dicho- pertenece al Evangelio del sufrimiento, camina con él a lo largo de la historia de la Iglesia y del cristianismo, a lo largo de la historia del hombre y de la humanidad. Testimonia que la revelación por parte de Cristo del sentido salvífico del sufrimiento no se identifica de ningún modo con una actitud de pasividad. Es todo lo contrario. El Evangelio es la negación de la pasividad ante el sufrimiento. El mismo Cristo, en este aspecto, es sobre todo activo. De este modo realiza el programa mesiánico de su misión, según las palabras del profeta: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ungió para evangelizar a los pobres; me envió a predicar a los cautivos la libertad, a los ciegos la recuperación de la vista; para poner en libertad a los oprimidos, para anunciar un año de gracia del Señor». Cristo realiza con sobreabundancia este programa mesiánico de su misión: El pasa «haciendo el bien», y el bien de sus obras destaca sobre todo ante el sufrimiento humano. La parábola del buen Samaritano está en profunda armonía con el comportamiento de Cristo mismo.

Esta parábola entrará, finalmente, por su contenido esencial, en aquellas desconcertantes palabras sobre el juicio final, que Mateo ha recogido en su Evangelio: «Venid, benditos de mi Padre, tomad posesión del reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; preso, y vinisteis a verme». A los justos que pregunten cuándo han hecho precisamente esto, el Hijo del Hombre responderá: «En verdad os digo que cuantas veces hicisteis eso a uno de estos mis hermanos menores, a mí me lo hicisteis». La sentencia contraria tocará a los que se comportaron diversamente: «En verdad os digo que cuando dejasteis de hacer eso con uno de estos pequeñuelos, conmigo dejasteis de hacerlo». 

Se podría ciertamente alargar la lista de los sufrimientos que han encontrado la sensibilidad humana, la compasión, la ayuda, o que no las han encontrado. La primera y la segunda parte de la declaración de Cristo sobre el juicio final indican sin ambigüedad cuán esencial es, en la perspectiva de la vida eterna de cada hombre, el «pararse», como hizo el buen Samaritano, junto al sufrimiento de su prójimo, el tener «compasión», y finalmente el dar ayuda. En el programa mesiánico de Cristo, que es a la vez el programa del reino de Dios, el sufrimiento está presente en el mundo para provocar amor, para hacer nacer obras de amor al prójimo, para transformar toda la civilización humana en la «civilización del amor». En este amor el significado salvífico del sufrimiento se realiza totalmente y alcanza su dimensión definitiva. Las palabras de Cristo sobre el juicio final permiten comprender esto con toda la sencillez y claridad evangélica.


Estas palabras sobre el amor, sobre los actos de amor relacionados con el sufrimiento humano, nos permiten una vez más descubrir, en la raíz de todos los sufrimientos humanos, el mismo sufrimiento redentor de Cristo. Cristo dice: «A mí me lo hicisteis». El mismo es el que en cada uno experimenta el amor; El mismo es el que recibe ayuda, cuando esto se hace a cada uno que sufre sin excepción. El mismo está presente en quien sufre, porque su sufrimiento salvífico se ha abierto de una vez para siempre a todo sufrimiento humano. Y todos los que sufren han sido llamados de una vez para siempre a ser partícipes «de los sufrimientos de Cristo». Así como todos son llamados a «completar» con el propio sufrimiento «lo que falta a los padecimientos de Cristo». Cristo al mismo tiempo ha enseñado al hombre a hacer bien con el sufrimiento y a hacer bien a quien sufre. Bajo este doble aspecto ha manifestado cabalmente el sentido del sufrimiento.

El samaritano de la parábola encarna lo que significa amar concretamente y en forma eficaz hasta el fondo. Su amor no conoce límites, ni barreras, ni fronteras de ningún tipo. Es un amor de misericordia semejante al que ha manifestado Dios en Cristo. Se compromete en forma práctica en favor del hombre que está tirado en el camino. Su amor eficaz traduce en obras una actitud fundamental ante el sufrimiento ajeno, en virtud de la cual se reacciona para erradicarlo, por la única razón de que existe tal sufrimiento y con la convicción de que, en esa reacción ante del sufrimiento ajeno, se juega, sin escapatoria posible la propia existencia. La experiencia de la misericordia, en efecto, realiza el compromiso fundamental por el Reino, pues actuando de ese modo nos comportamos como Dios y al estilo de Dios. Es el único camino para alcanzar un día la plena comunión con él “heredar la vida eterna”.


¿Quién fue el buen samaritano en la parábola de Jesús? ¡Él mismo! Y si somos imitadores de Él, nosotros también podemos serlo.

EL AMOR AL PRÓJIMO SALE DEL CORAZÓN Y BROTA DESDE EL FONDO DE LA VOLUNTAD DIVINA DEL ALMA…
LIARA
LUZ INTERIOR DE AMONRA FUENTE DE LUZ
PARA ALIMENTAR TU SER EN VUESTRO CAMINO…
A MIS PADRES Y HERMANOS
QUE ESTÁN EN LOS CIELOS Y EN LA TIERRA.
POR LA VIDA DE NUESTRO HOGAR NUESTRO PLANETA TIERRA.




Examen de conciencia del buen peregrino

      

  



Tú me enseñas, SEÑOR, que el peregrino avanza a impulso del amor, del fin y el término, que eres tú.

Perdón, Señor, por:
Mi falta de amor a ti.
No amarte con todo el corazón, con toda mi alma, con todas mies fuerzas, con toda mi mente como a mi origen y mi fin, mi alfa y mi omega.
No hacer de mi vida una alabanza de tu gloria.
No buscarte sólo a ti en todas las cosas.
Mi falta de pensar en el Cielo como término.
Porque pongo mi meta en las criaturas.

-Tú me enseñas, SEÑOR, que el peregrino elige el camino más directo hacia ti.

Perdón, Señor, porque voy frecuentemente por caminos torcidos.
Porque elijo el camino de mi egoísmo, de mis intereses y ambiciones, de mis apetencias y caprichos.
Porque no subordino las criaturas a tu servicio y al servicio de los hombres.
Porque no cumplo la norma del Principio y fundamento de los Ejercicios espirituales del “tanto cuanto”.
Porque no ordeno la parte de la creación que me corresponde para que sea alabanza de tu gloria.
Porque no soy fiel al camino de mi grupo apostólico, del trabajo, del estudio, de la familia.

-Tú me enseñas, SEÑOR, que el peregrino se desprende del impedimento y camino ligero de equipaje.

Perdón, Señor, por mi apego a las cosas de este mundo.
Perdón porque mi corazón es un almacén de baratijas.
Perdona mi aferramiento a todo lo mío: mis posesiones, mis ocupaciones, mis afectos, mis problemas, mis intereses, mi tiempo, mi dinero, mi estima, mi imagen, mi prestigio.
Perdona, Señor mi afán de poseer y de acrecentar lo mío.

-Tú me enseñas, SEÑOR, que el peregrino vence las dificultades del camino.

Perdón, Señor, por mi temor a las dificultades.
Porque no confío en que con tu gracia las puedo vencer.
Porque no soy consciente de que mi fuerza proviene de ti.
Porque me dejo aplastar por los problemas.

-Tú me enseñas, SEÑOR, que el peregrino supera la fatiga y el cansancio.

Perdón, Señor, por lo fácilmente que me rindo a la fatiga.
Por la frecuencia con que me dejo vencer por el cansancio.
Por mi negligencia en el cumplimiento de mis compromisos cristianos.
Por mi remisión en el apostolado.






Por mi falta de fervor a la Madre Divina.
Por la facilidad con la que me busco excusas para no cumplir ni asistir a los actos de mi comunidad espiritual.
Porque soy más propenso a la llamada del mundo y de las diversiones que a la llamada del deber.

-Tú me enseñas, SEÑOR, que el peregrino avanza con espíritu austero y penitencial.

Perdón, Señor, por mi falta de austeridad y penitencia.
Por mis derroches y gastos superfluos.

Por mi afán de comodidad y bienestar.
Por rehuir el esfuerzo y la superación.
Por mi conformidad con el mundo en costumbres y diversiones.
Porque no vivo la identificación con la cruz de Jesucristo.
Porque no me solidarizo con los pobres, los indigentes, los marginados, los que sufren en el cuerpo o en el espíritu.
Porque no vivo consciente de que pertenezco a un cuerpo místico doliente.
Porque no venzo mis egoísmos, apetencias y caprichos.



-Tú me enseñas, SEÑOR, que el peregrino ayuda a sus compañeros de camino.

Perdón, Señor, por mi olvido de los demás.
Porque no hago de mi vida un servicio a los hombres.
Porque no comparto lo mío con mis hermanos.
Porque no me considero mero administrador de los talentos que de ti he recibido.
Porque no difundo paz, comprensión, consuelo, alegría a los que caminan conmigo.
Porque no ayudo a los demás a llevar y soportar sus cargas.
Porque no tengo presente la cuenta estricta que he de dar de los bienes que tú me has concedido.



FUNDACIÓN LIARA LUZINTERIOR DE AMONRA 
UNA LUZ EN VUESTRO CAMINO.
FELILUXOR
FE Y FELICIDAD EN LA LUZ DE ORO A MIS PADRES Y HERMANOS QUE ESTÁN EN LOS CIELOS Y EN LA TIERRA.
POR UNA ALIANZA FORTALECIDA EN LA CONSERVACIÓN A LO QUE NUESTRO PADRE DE LOS MUNDOS NOS HA DADO COMO HERENCIA KARMICA TRABAJANDO EN COMUNIDAD POR LA CONTINUIDAD DE LA VIDA SIENDO UN BUEN PEREGRINO CON NUESTROS SEMEJANTES EN LUZ VIDA Y AMOR.



Reflexión por la Unidad de la Vida



No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque que á su tiempo segaremos, si no desmayamos, Así que según tengamos oportunidad, hagamos bien á todos, y a los de la familia de la fe. (Gálatas 6).


Oh creador Del universo que tu gracia nos inspire, y nos acompañe en todas nuestras obras, para que nuestro trabajo siempre comience en Ti y para ti, Como una fuente, sobre esta tierra sin rendirme, realizando mi proyecto de vida de un modo consciente y responsable. Yo sé que cada día me lleva más allá en el camino de mi educación y mi crecimiento. Yo sé que cada paso me lleva más allá venciendo los límites de mi ignorancia, mi pobreza o mi egoísmo. Ayúdame a creer en la felicidad, que surge del esfuerzo por lograr estimular la vida en mí y en mis semejantes.
Padre aquí estoy para seguirte donde Tú me guíes y dirijas.
Quiero ser tu discípulo fiel y aprender todo lo que quieras enseñarme.
Te ofrezco todo lo bueno que hay en mí para servir a los demás.
Estoy disponible, para seguir tus pasos.
Estoy feliz, porque a tu lado aprendo a vivir haciendo el bien. Tengo muchas ganas de crecer en la fe, en la esperanza y en el amor a los demás.
¡Ayúdame a vivir como un buen discípulo, enséñame cada día para seguir tus pasos pues deseo servir a mis semejantes.!
Ayúdame a ser servicial, a preocuparme por los demás, a vivir pensando en ellos. Enséñame a ayudar, a ser generoso y abierto, a estar siempre dispuesto para dar una mano. Quiero dar muchos frutos de buenas acciones, Quiero ser solidario y amar a los demás con gestos, hechos y actitudes, no sólo con palabras. Ayúdame a que mi semilla pueda dar muchos frutos de cosas buenas.
Bendice desde hoy nuestras vidas en nuestra fundación Liara.
Por la vida De nuestros semejantes Como fuente de Luz que alimente a todos los seres que lleguen a Ella.






FUNDACIÓN LIARA
LUZ INTERIOR AMONRA FUENTE DE LUZ
PARA ALIMENTAR VUESTRO SER EN TU CAMINO…
A MIS PADRES Y HERMANOS
QUE ESTÁN EN LOS CIELOS Y EN LA TIERRA.
POR LA VIDA DE NUESTRO HOGAR NUESTRO PLANETA TIERRA.